Charlita familiar

Enseguida vi que la situación estaba controlada y entré en casa sin deicr nada, escuché la guitarra de África y subí por las escaleras a su habitación. Traqueé la puerta un par de veces y la abrí.

¿Va todo bien hija? - me gustaba oirle tocar con la guitarra, tenía experiencia con ella y sonaba muy bien, ahora la estaba afinando, por lo que supuse que iría a tocar algo.

Leo y yo fuimos a la piscina.
Me puse yo sola el bañador y las gafas para bucear, me sentía orgullosa de mí misma al poder haberlo hecho sin problemas.
Me quité las chanclas de la Hello Kitty y me lancé al agua -la zona que no cubría- empecé a nadar ignorando a Leo ya que él seguro que me ignoraba a mí y ya que estaba en el agua quería nadar.

Me fui a la parte honda unas cuantas veces, solo en una Leo se fijó en mí y me dijo que fuera a la parte que no cubría pero todas las demás veces pasaba de mí. No miré no lo que hacía, tal vez miraba alguna revista de esas que tenía en las que en la primera página había una chica sin ropa.

Ya me cansé de nadar y al cabo de un rato volví a entrar en casa dejándolo todo bastante mojado, no había ni avisado a Leo de que me iba, ya se daría cuenta de que no estaba en el agua.

Vi a Carmen en brazos de mi madre y me acerqué a ellas dando saltitos.

- ¡Carmen! - chillé y justo en ese momento resbalé y caí de culo.
Me levanté yo sola.

- ¡Mamá! ¡¿Has visto?! ¡Y no he llorado! - dije emocionada.

Miguel se metió en casa... bueno ya nos perdonaríamos mas tarde, ahora tenía a una bochejo en bañador corriendo por el jardín. Se resbaló y luego se levantó sin más
Muy bien cielo, eso es que ya eres una chica mayor- dejé a Carmen y cogí una toalla de las que estaban sobre las sillas del porche. Envolví a Ariadna como si fuera un rollito de primavera y la sequé
¿Quereís merendar?- les pregunté a las dos

Justo terminé de afinarlo y toqué los primeros arpegios de misguided ghosts, de Paramore cuando mi padre se asomó por la puerta para preguntarme si estaba todo bien.

- Sí, todo bien. -Respondí y asentí con la cabeza mientras seguía tocando los arpegios.- ¿Por qué lo preguntas? -Me interesé.

Me quedé apoyado en el marco de la puerta, como hacía siempre. África me contestó tranquila.

Porque siempre que te pasa algo te vienes a tocar la guitarra y te relajas...supongo que no te ha gustado la conversación de antes, pero ya sabes como es tu madre...

Mamá me envolvió con una toalla y me secó.

- ¡Chi mamá! ¡Quiero miriendar! - dije insegura de que se dijera miriendar pero eso me pasaba de ver tanto Shin Chan.

Fui pegando saltitos esperando a que nos diera la comida, tenía hambre después de tanta agua...

Reí entusiasmada y aplaudí con mis manitas.

- Tata bien, tata niña mayó.-dije con felicidad, y la alegría aumentó ante las palabras de mamá.- ¡Chiii! ¡Mirienda, ami, miriendaaa!-me moví moviendo también mis brazos.

LAs miré y suspiré... tenía que dejar de permitirles ver tanto Sin-Chan... ese niño me ponía de los nervios... las llevé a la cocina

Os voy a dar fruta... pero como hoy no me habeís aramado ninguna- de momento- también os daré un huevo kinder ¿vale?